martes, 21 de junio de 2016

Embarazo. Lactancia I

Hoy quería hablaros sobre como llevo la lactancia durante el embarazo. Pero he pensado, que primero voy a contaros mi experiencia con la lactancia con mis dos primeros hijos y como me lo planteo con el tercero. Va a ser una entrada laaaarga, así que voy a dividirla en dos para que no se haga pesada. Como he dicho otras veces, no soy experta de nada, simplemente hablo de mi experiencia personal, de lo que yo he vivido y sentido.

Creo que este muchas veces es un tema delicado, y yo no quiero crear ninguna polémica, como he dicho, solo pretendo dejar plasmada mi "historia" para que me quede en el recuerdo, y por si a alguien le ayuda leerlo. Pero me gustaría que nadie se diese por ofendida si simplemente opina de otra manera o no se siente identificada con mis palabras. 

Cuando me quedé embarazada por primera vez aún no me había planteado este tema (ni muchos otros relacionados con la maternidad) ni de lejos. Pero según fueron pasando los meses, fui leyendo, y me fui informando, cada vez estaba más convencida de que quería dar pecho a Unax. Sabía todos los beneficios que tenía, y todo lo que había leído/oído por aquel entonces, lo describía como algo tan natural, fácil, perfecto... que no tenía ninguna duda, yo quería disfrutar de esa experiencia y darle lo mejor a mi hijo.

Cuando Unax nació, y me lo pusieron encima, lo acerqué al pecho y se agarró como una ventosa! La sensación fue muy rara al principio, pero de repente empecé a oír voces y exclamaciones de todas las matronas y auxiliares que estaban en ese momento en la sala (debía ser la única pariendo y se debieron concentrar allí todas, pero yo ni me había percatado en ese momento de lo concentrada que estaba). 

La cuestión es que todas decían que era una gozada, que se agarraba perfecto, que me iba a ser facilísimo, que vaya suerte... En fin, que yo salí del paritorio con mi peque ya enganchado y super contenta y orgullosa de lo sencillo que había sido. 

Nada más nacer

Como nació de madrugada, me quedaban aún dos noches más allí, y como Jonathan estaba conmigo y no nos esperaba ya nadie más en casa, pues nos quedamos muy tranquilos. 

Unax parecía que no se saciaba nunca, no soltaba la teta más que a mini ratitos. Todo el mundo que vino a vernos nos recuerda con Unax "chupando del frasco". Hacía un calor horrible, y el peque sudaba como un pollito, y seguía chupando y chupando...

Todos los médicos y auxiliares que pasaron por allí me decían que era una gozada verle, que se enganchaba genial. Pero a mi se me empezaron a agrietar los pezones. No lo entendía, se suponía que si agarraba bien y estaba en la posición correcta no debería doler... 

Me dieron "Purelan" para aliviar el dolor, y aquello fue mi salvación. Debería ser un producto del que te hablasen en todas las charlas preparto. De verdad, sin eso no se como hubiera sobrevivido. Las grietas tardaron una semana o dos en desaparecer, pero la cosa fue un poco más llevadera, y las ganas que yo tenía de dar teta eran más fuertes que el dolor (que era mucho). 

El caso es que la noche siguiente a nacer, después de un día a tope de visitas y de mucho mucho calor, Unax se puso muy rabioso. Cogía la teta y la soltaba como si no la quisiese, gritaba, se retorcía, se puso super rojo... Llamé a una enfermera, no tenía ni idea de qué hacer. Le dije que estaba muy caliente, le puso el termómetro y tenía 39,5ºC. Hasta ella se asustó. Me lo cogió de los brazos, le puso en su cuna y se lo llevó corriendo por el pasillo...

Jonathan y yo nos quedamos en la habitación mirando hacia la puerta sin poder hablar y con las lágrimas ya saliendo como si fuésemos fuentes. No entendíamos nada, no sabíamos a donde se lo habían llevado ni que era lo que podía estar pasando. Solo fueron cinco minutos, pero se nos hicieron eternos. Aún lo pienso y me pongo mala... 

Pues al de esos cinco minutos, la enfermera volvió, super tranquila, con Unax dormido como un tronco (yo aún no le había visto dormir así de profundo). Ya no tenía fiebre y se le veía perfecto... ¿Qué había pasado??? Pues algo tan simple como que le habían dado una "ayuda". Yo ni había oído hablar de ello, y para quien no lo sepa, una "ayuda" aquí le llaman a un poco de leche artificial. Se lo dan con una jeringuilla para que no coja un biberón con tetina y no deje el pecho.

Me dijeron que probáblemente yo aún no había tenido la subida de leche, y que aunque lo habitual era que le sirviese con el calostro (la poca leche que sale al principio, que tiene un montón de vitaminas), pues esta vez no había sido así. Hacía tanto calor y sudó tanto que se deshidrató, y de ahí la fiebre y el encontrarse tan mal. 

Nos dimos tal susto que llamamos a la familia y les dijimos que el último día que nos quedaba de hospital queríamos pasarlo solos. Que con más gente más calor, que ya nos habíamos asustado bastante y que queríamos que Unax estuviese más tranquilo.

Unax no dejó de coger la teta, pero seguía siendo constante, sin descanso, como si no se saciase nunca. Al salir del hospital, pedimos una "ayuda" de esas para el camino, porque tenemos un trayecto de 40 minutos y no queríamos jugárnosla. Tuvimos que dársela, pero ni lo pensamos, vamos. No queríamos más fiebre ni deshidratación lejos del hospital.


Así pasaron un par de días más. Tuvimos que darle una ayuda por día, porque se ponía super nervioso. Llegaba un momento del día en el que ya chupaba y empujaba la teta como si se enfadase con ella por no sacar la leche suficiente. Entonces tuve la subida de leche y pensé, por fin!!! Ya podemos normalizar la situación! Pues no... no fue tan fácil.


Un par de días duramos a solo teta. Luego dejó de serle suficiente. Y entoces pensé, pues voy a sacarme leche. De esta forma, si pide ayuda será mi propia leche, y así, de mientras, sigo ejerciendo succión aunque sea de forma artificial, para que la teta siga produciendo. Pero si Unax pasaba de teta a teta sin descanso, en qué momento podía yo sacar leche? Pues estuve unos días que mientras el chupaba de la izquierda yo me sacaba de la derecha y viceversa. Pero al día igual conseguía sacarme 10ml... y eso no es nada...


Y luego está la gente de alrededor, que todo tiene que comentar y que de todo sabe. "Ese niño se queda con hambre" "No debes tener buena leche" "Tienes que darle biberón"... No puedo explicaros lo mal que lo pasé esa temporada. Lloraba un montón cada vez que tenía que darle una ayuda, porque yo lo que quería era acabar con ellas. Si un día conseguía mantenerle solo a teta me venía arriba y pensaba que ya estaba en el camino. Pero al día siguiente otra vez lo mismo. 

Y luego había otra gente que me decía "es que si le das ayuda la teta no produce" "lo que tienes que hacer es dejar que siga chupando aunque llore hasta que la producción se adapte a sus necesidades"... Y yo, no se, llamadme radical, pero eso de dejar llorar a mi hijo no lo terminaba de ver.

Horrible, de verdad. Cuando esas palabras no te afectan, dejas que te resbalen y haces lo que quieres no pasa nada. Pero cuando tu estás perdida, las cosas no están saliendo como esperabas y como deseabas y encima todo el mundo opina, terminas por sentir que es todo culpa tuya, que eres una "mala madre", que tu leche no sirve, que lo estás haciendo mal. Y es muy frustante.

Creo que pasamos casi dos meses así. Y Unax seguía demandando más y más, y seguía sin serle suficiente la teta. No se relajaba con ella. Al final, un día decidimos dejar de escuchar al resto del mundo y empezar a escuchar a nuestro hijo. 

¿Que necesitaba más? Pues si con leche artificial iba a estar más tranquilo, se la íbamos a dar. Yo no quería seguir forzando la situación ni oírle llorar más. Darle teta era algo que quería yo, pero estaba claro que el pedía otra cosa. De echo, fue relajarnos, comprar unos biberones y dejar de sentirnos culpables por darle leche artificial, y todo cambió. 


Siguió tomando teta hasta los tres meses, pero después era el "bibi" el que le llenaba. Después pasó olímpicamente de la teta como era de esperar. Y a mi me dio una pena inmensa, pero sentí que el se encontraba más a gusto y eso me hizo sentirme más tranquila.

Y es más, aunque con el biberón se supone que se llenan más, fijaros si necesitaba comer más, que si se suponía que tenía que tomar 6 bibis al día, él se trincaba 10. Se puso como una bolita hasta que empezó a andar. Y hoy en día, con cuatro años come como una lima, pero está como un palillín de todo lo que desgasta. El es así, un niño muy ansioso, con mucho nervio, y en sus primeros meses de vida, comer era lo que más le relajaba.

Lo mejor del biberón, es que aita también podía darle de comer, y esto les encantaba a los dos

En fin. Solo le di teta tres meses, los cuales no pude disfrutar de la lactancia por toda la presión, que en el fondo me imponía yo misma. Al final se alimentó a base de leche de fórmula, y no os voy a engañar... Unax es un niño sano, sin alergias, con una energía que nos deja agotados a todos los demás... así que aunque no era lo planeado, no me arrepiento de la decisión que tomamos. Es más, si volviese al principio, no volvería a sufrir como lo hice ni le hubiese hecho esperar tanto. Le escucharía a el desde el principio y me dejaría llevar. A veces es tan fácil como mirarles, escucharles, y tomárnoslo con calma para poder entenderles.


El Martes que viene os cuento como está siendo la lactancia con Mae, que parece que tomó el rumbo opuesto totalmente de forma natural ;)

3 comentarios:

  1. Bonita entrada!
    Yo estuve dos años dàndole a mi hija y al principio también lo pasé mal porque ella no se agarraba bien y cogia mucho aire.
    Al final aprendimos las dos y todo genial
    También tuve que aguantar comentarios de todo tipo,déjalo,no te lies,pasa hambre...
    en fín, hay que pasar de los comentarios y seguir tu instinto que no suele equivocarse

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  2. te leo y es como escucharme a mí misma. Mi guerrero sólo tomó teta 4 meses. Pero te diré que como madre joven y primeriza creo que me agobié muchísimo con los comentarios de todo el mundo, sobretodo por parte de mi suegra. En cuanto le dí el primer biberón se quedó tan saciado, yo nunca lo había visto tan tranquilo, todavía recuerdo esa cara después de más de 14 años, fue una sensación extraña, de tranquilidad y de culpabilidad por no ser capaz de saciarlo con mi leche. Ya no quiso más pecho. Yo soy fan de dar el pecho, ha sido la experiencia más bonita de toda mi vida (con mi princesa lo disfruté muchísimo) pero la leche elaborada no tiene nada malo, mi niño es un toro!!!

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  3. Hola guapa!
    Creo que todas hemos pasado por lo mismo.
    Todo mundo quiere opinar, y hay algunos que lo sueltan a mala leche....
    Después de mi experiencia con dos niñas completamente distintas, el consejo que doy a las novatas es....

    ....Te van a dar mil consejos, la mayoría contradictorios, pero quien va a decidir si son buenos o malos son tu hijo, así que no te agobies...

    Y esa es la realidad, porque ningún niño es igual a otro, y lo que le vale para uno, no le vale para el otro.
    Yo le di pecho a mis hijas, pero muy poco ya que no tenía leche.
    Con la mayor llegué al mes y con la pequeña a las dos semanas, pero me quedé satisfecha de haberlo hecho aunque fuese por poco tiempo.
    Por problemas digestivos, la peque tomó leche especial, pero hasta esos problemas se superon con el tiempo.
    Las dos son unas chicas sanas y felices, que es lo que cuenta.
    Biquiños!!!

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