Creo que ahora que tengo un ratito me voy a poner con esta entrada... En realidad aun me queda semana y media para salir de cuentas, pero como Nur ya puede aparecer cuando le de la gana, prefiero dejarla ya escrita y lista.
La cosa es que este trimestre se me ha pasado volando, y ahora con el principio de curso ni os cuento! Cuando me quiera dar cuenta tengo un churumbel en brazos y no se ni como hemos llegado hasta ahí...
En fin, hoy voy a hablaros de mis terceros trimestres de embarazos. Para no variar, este tercer embarazo ha sido algo diferente, y ahora os voy a contar porqué, pero primero voy a hacer repaso de los síntomas que tuve con Unax y con Mae:
La verdad es que con ellos fue un trimestre bastante light. Tuve muchos ardores de estómago, más con Mae que con Unax, y seguía con mucha retención de líquidos, así que me pasé esos tres meses enfundada en mis medias de compresión. Como os conté, en el embarazo de Mae esto último lo llevé menos a rajatabla que con Unax, pero aún así, las tuve presentes tooooodo el trimestre (horror).
Con Unax llegué a engordar 14-15kg, y me acuerdo que me parecía una cosa exagerada. Subía las cuestas que me daba la sensación de que no me llegaba el aire a los pulmones, pero por lo demás, yo me encontraba muy, muy bien.
Con Mae llegué a aumentar 21kg!!! Cuando la báscula marcó 79kg casi me da algo. La última semana de echo no me pesé, porque pensé, como vea la cifra de 80kg me va a dar un patatús!!! Pero bueno, un kilo más arriba o abajo después de todos los que llevaba ya no hubiese supuesto mucho, la verdad... Y si, me encontraba enorme, cansada y torpona, pero no más que con el otro embarazo, la verdad. De hecho Mae venía de culo y me dijeron que caminase a cuatro patas para ver si se daba la vuelta. Y ahí estaba yo paseando como un perrito por la sala con aquella tripa que me llegaba casi hasta el suelo, y con Unax subido en mi espalda como si fuese un jinete! Al final, Mae se giró justo la última noche antes de romper la bolsa (con una semana de retraso).
Y esta vez, llevo unos 17kg de más encima, pero la verdad es que me doy con un canto en los dientes, porque ya me veía yo engordando 30!
Desde que me empecé a tomar la pastilla para la tiroides (que está controladísima y la dejaré después del parto), empecé a retener menos líquidos, así que no he necesitado las medias de compresión (yuju, yujuuuuu). Ahora al final noto que la circulación me va un poco más lenta porque se me marcan un poco los calcetines, pero es una cosa leve, así que por ese lado estoy feliz!
También he tenido menos ardores de estómago. Esta semana tengo alguno por la noche, y son un incordio porque para meterme en la cama son lo peor. Pero bueno, me consuela saber que no me queda mucho, así que no me estoy tomando nada.
Estoy cansada y nerviosa con los cambios que vienen, y eso me hace despertarme por las noches varias veces y darle muchas vueltas a la cabeza, pero el no tener mucho tiempo con los otros dos a tope, me ayuda sobre todo durante el día a tener la mente ocupada.
Ya empiezo a caminar como un pingüino, y ya no puedo correr porque me dan contracciones... así que si una mañana vamos un poco justos al cole, pues no queda más remedio que asumir que llegamos un poco tarde, pero ya no me da para forzar la máquina ni aunque quiera.
Y con este panorama, podría parecer que ha sido el mejor de los trimestres de este embarazo, porque al fin y al cabo, son todo síntomas muy normales y llevaderos, y además esto me está pasando solo estas últimas semanas. Pero este trimestre también me ha pasado algo con lo que no contaba y que me ha hecho un par de meses bastante difíciles.
A mediados de Julio empecé a toser. Cuando las temperaturas alcanzaron los 40 y pico grados. Es raro cogerte un catarro en esas circunstancias pero era lo que parecía. La cosa es que era una tos muy fuerte y muy constante. Por la noche me despertaba tosiendo y me tenía que acabar levantando porque despertaba a todo el mundo, y además yo no conseguía dormir tranquila.
El esfuerzo de tanto toser me dejó barrida. Y no solo eso, de repente me empezó a doler el costado que no podía casi ni moverme ni levantar el brazo derecho. Ahí ya fui al médico, ya llevaba 3 semanas sin parar... Pues resulta que de lo fuerte que tosía se me había fisurado una costilla!!! Muy fuerte... y peor, no podía tomar nada estando embarazada, ni para la tos, ni para el dolor.
Tomé jarabes naturales para la tos pero no me hacían nada, y me calmaba bastante la crema de árnica para la zona dolorida, pero no podía hacer nada más que esperar a que la tos se pasase, y no parecía querer irse. Yo me veía en el paritorio teniendo que empujar con ese dolor en el costado y me quería morir...
La tos y el esfuerzo tuvieron otros efectos colaterales. De lo debilitada que estaba, empecé a tener pérdidas de orina cada vez que me ponía a toser a lo loco, y de la humedad en la zona, todo derivó en hongos. Si, se que esto es un poco desagradable e íntimo, pero vamos a ver, le pasa a más gente de la que creemos, y si nadie lo comenta, cuando te pasa a ti parece que eres un bicho raro, así que yo lo cuento por si a alguien le pasa, que sepa que no es la única.
Nadie supo decirme exactamente de qué me vino esa tos. Solo sé que le pasó a otra chica del pueblo a la par que a mi, y ella no estaba embarazada. Tomó jarabes y demás y tampoco se le pasó. Se nos fue a las dos al de casi dos meses, igual que nos vino. Así que al final terminamos por pensar que había sido un virus de estos que no se conocen o una reacción alérgica a algo, pero solo el tiempo nos lo curó. Y menos mal!!!
Mi ama me dice que ahora me ve con mucha energía, muy bien y muy tranquila, y yo no paro de pensar que este trimestre hubiese sido así todo el tiempo de no ser por esa tos, que no tuvo que ver con el embarazo en si pero que me dejó hecha polvo.
En fin, me quedo con lo bueno, con lo bien que estoy ahora, y con las ganas que tengo de que llegue el día del parto. No porque quiera dejar de estar embarazada, se que lo echaré de menos una temporada y cada vez que piense en ello después. Sino por ver a mi peque y ponerle cara. Por cerrar el círculo de esta familia y empezar a asentarnos los cinco. Por empezar esta nueva etapa que se que será un poco caótica al principio pero de la cuál todos vamos a seguir aprendiendo.
Además, mis otros partos fueron tan geniales que estoy deseando volver a pasar por la experiencia. Esta ya os la contaré (si es que me da la vida cuando nazca Nur, jejeje).